En pleno siglo 21 todavía hay gente que cree que por el simple hecho de estar enojada tiene derecho de ponerse a proferir amenazas contra los demás.
Al menos en Georgia hay un hispano que quizás no sabía eso, pero que ahora se tuvo que enterar y no por las buenas.
Esta semana llegaron a sacarlo de su casa un grupo de patrulleros de la Oficina del Sheriff del condado de Bibb.
El sujeto tenía una orden de arresto que fue emitida por un juez estatal en la localidad de Houston. Se le acusa de haber hecho amenazas y acoso en contra de una víctima.
A pesar de que los oficiales iban preparados para someterlo por la fuerza ya que lo consideraban como posible amenaza, este no opuso resistencia.
Al verse rodeado se entregó y fue recluido a la prisión para que rinda cuentas a la justicia por las acusaciones graves que enfrenta.
