El 2024 no será un año nada grato en la memoria de Héctor Aaron Ruiz, un expolicía de Texas.
Y es que fue cuando se le ocurrió la terrible idea de usar su uniforme y placa para cometer un terrible delito.
Resulta que en la calle paró a una muchacha que cometió una infracción de tránsito y tras detenerla, en lugar de hacer su trabajo y darle una multa, sacó sus uñas con ella.
El ahora exagente de la ley de 29 años y que pertenecía al Departamento de Policía de la ciudad de Arcola violó a la chica en un predio baldío y en medio de la noche valiéndose de su autoridad.
Resulta que, tras detenerla, le dijo que podía llevarla a la cárcel por lo que había hecho, pero que no lo haría si ella le daba una buena excusa.
Ella le suplicó que no la metiera presa y él simuló que lo pensaría. Retuvo su licencia de conducir y le dijo que lo siguiera hasta un lugar cercano.
Desconectó su cámara corporal y su GPS
La fémina de 23 años acató sus indicaciones creyendo que eso la salvaría del arresto, sin imaginarse que le esperaba algo peor.
Y es que Héctor se metió a un complejo residencial que estaba en proceso de remodelación, por ende, sabía que estaría vacío. Ahí se detuvieron ambos y la obligó a complacerlo sexualmente.
“Ruiz no fue un simple predador, sino que uno con placa”, declaró al respecto el fiscal de Distrito, Alamdar S. Hamdani.
“Ultrajó a esa joven mujer que debía proteger y servir quebrantando así el juramento fundamental de todo funcionario de la ley y el orden”, agregó Hamdani.
Pero la valiente mujer se atrevió a denunciarlo y el FBI logró sustentar el caso en su contra, lo que le atrajo una severa condena.
El juez federal Charles Eskridge lo sentenció a dos décadas de prisión, seguido por cinco años de libertad condicional.
“Héctor Ruiz erróneamente creyó que por portar un uniforme y placa se saldría con la suya, pero se equivocó”, declaró por su parte el agente especial del FBI a cargo del caso, Douglas Williams.