Los abogados del venezolano José Ibarra presentaron ayer una moción para que su cliente sea juzgado nuevamente, alegado “irregularidades en el juicio previo”.
Al parecer los defensores de este inmigrante están tan convencidos de que él es inocente que planean hacer un nuevo intento para que salga bien librado de sus acusaciones.
Hace apenas un par de semanas que Ibarra fue sentado en el banquillo de los acusados y en cuatro días, el juez a cargo del caso lo declaró culpable del asesinato de Laken Riley, quien estudiaba enfermería en la Universidad de Georgia.
Este sonado crimen se registró a principios de este año en los alrededores del plantel educativo en Athens.
Documentos presentados en la corte por los defensores de Ibarra piden la anulación de la sentencia y la celebración de otro juicio.
Esto bajo el argumento de que el veredicto fue ilegal y basado en evidencias que fueron obtenidas de manera irregular.
Aseguran además que el tribunal cometió ciertos errores legales que justifican un nuevo juicio, aunque no especificaron cuáles son dichas fallas.
Parece que Ibarra está acostumbrado siempre a salirse con la suya. Primero eligió no ser juzgado por un jurado, sino darle la potestad al juez de que solo él decidiera por su futuro.
Quizás creyó que sería más fácil convencer al magistrado de que él era un tipo inocente e incapaz de cometer dicho crimen, pero se equivocó, pues este no dudó en declararlo culpable de todos los cargos que se le imputaban.
El juez del Tribunal Superior del condado de Athens-Clarke, H. Patrick Haggard, lo sentenció a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Bajo la ley de Georgia, Ibarra tenía un lapso de 30 días para apelar el veredicto o solicitar un nuevo juicio, lo que ya hizo muy convenientemente.
Recuento del crimen
El 22 de febrero de 2024, Laken Riley, de 22 años, salió de su dormitorio en la universidad para trotar un poco.
Mientras que trotaba, se topó con José Ibarra, quien también había salido temprano ese día, pero no para ejercitarse, sino que a buscar mujer.
“Andaba como de cacería”, indicó la Fiscalía en el juicio. Motivado por sus más bajos instintos, el venezolano tomó por la fuerza a la chica y la metió a una zona desolada donde intentó “robarle su dignidad”.
Pero ella peleó como una fiera contra su verdugo al punto que le causó lesiones en varias partes de su cuerpo. A pesar de ello, no pudo contra la fuerza de dicho “monstruo salvaje” y fue asfixiada.
Luego su asesino la remató pegándole con una piedra en la cabeza. Su cadáver fue encontrado unas horas después.
Las autoridades la declararon muerta en el lugar. La autopsia determinó que Riley murió por traumatismo craneal y asfixia.
Al día siguiente fueron arrestados José Ibarra y de sus dos hermanos, aunque solo el primero con relación con el crimen, los otros por cometer diversos delitos.
Durante el juicio que ahora quieren anular, la Fiscalía presentó un video de vigilancia que mostraba a Riley corriendo minutos antes de ser asesinada, mientras era acechada de cerca por Ibarra.
Luego ambos desaparecen del cuadro y luego otra cámara lo grabó saliendo del área donde ocurrió el crimen y otra más, mientras lanzaba en un contenedor de basura la ropa que usó tras cometer el asesinato de Laken.
Su celular también lo ubica en la escena del crimen justo a esa hora y tenía lesiones causadas por uñas largas. Además, en el cuerpo de la chica había ADN de Ibarra.
Según los abogados del sujeto, todas esas pruebas fueron obtenidas sin su permiso y de manera ilegal, aunque ya quedó demostrado que había órdenes judiciales para ello.
