Las autoridades del condado de Hall, en Georgia, recibieron ayer a un nuevo reo, el cual estaban esperando desde hacía varios meses.
Se trata del prisionero Andrés Alonzo Pérez, de 31 años; quien estaba detenido en la prisión del condado de Marion, en Indiana.
A Andrés lo estaban buscando en Georgia desde el pasado 30 de marzo, cuando la policía descubrió que al parecer había estado violando a una niña de 10 años con quien vivía en una casa en la ciudad de Gainesville.
Ese día, la niña le contó a uno de sus parientes lo que el hispano le hacía cada vez que se quedaba solita con él. El allegado decidió hacer lo correcto y dar parte a las agencias de la ley y el orden.
Pero cometieron un error al confrontar antes al sospechoso, pues se dio a la fuga a pie y cuando los patrulleros llegaron, ya no había ni rastros de él por ningún lado.
Los alguaciles federales lo ubicaron y apresaron
Pero afortunadamente, el 26 de julio, cuatro meses después de permanecer prófugo de la justicia, los investigadores del U.S. Marshals Service lograron dar con su paradero.
Alonzo Pérez fue capturado y encarcelado en la cárcel local como parte del protocolo. Hace unos días, un juez Estatal finalmente firmó su orden de extradición, la cual se hizo efectiva hasta ayer.
El latino enfrenta acusaciones graves de violación y abuso sexual infantil (child molestation) por lo cual le ha sido negado el privilegio de salir libre bajo fianza.
Derreck Booth, vocero del Sheriff de la localidad de Hall declaró que su agencia se siente satisfecha de que por fin este delito tan serio que ocurrió en su comunidad dejará de estar en la impunidad.