“Tres sospechosos se han visto forzados a suspender la celebración de Acción y Gracias con su familia durante los próximos 20 o 25 años”, así comenzó su más reciente noticia el alguacil del condado de Martin, en Florida.
Según el Sheriff, a Juiber Ochoa, de 28 años; Charles Cocuzza, de 29; y Nicollette Giordano, de 23; se les ocurrió meterse a su localidad con algo prohibido.
De acuerdo con los informes policiales, la noche del pasado sábado Ochoa quien iba conduciendo su vehículo desató una tremenda persecución policial.
Cuando un patrullero le prendió las luces para darle una multa por haber cometido una infracción de tránsito, Ochoa en lugar de detenerse, se dio a la fuga a toda velocidad.
En su intento de huir de las autoridades se metió en sentido contrario exponiendo así la vida de los demás conductores que venían en su vía correcta.
Pero a Ochoa eso pareció no importarle y se cruzó varias ciudades manejando así de manera temeraria.
Unas millas adelante lo estaban esperando otras patrullas y le pusieron cadenas con clavos en el camino para explotarle sus llantas.
Los neumáticos se reventaron, pero, aun así, él siguió conduciendo, aunque a menor velocidad obviamente.
Para ese instante ya lo tenían completamente rodeado. Tanto así que cuando la unidad finalmente se detuvo, los dos hombres quisieron escapar a pie, pero no lo lograron, pues los perros de la unidad canina se lo impidieron.
A la chica la dejaron atrás sentada en el asiento trasero del auto, de donde salió, pero con un par de esposas en sus manos.
Pero ¿por qué huyeron de la policía?
Cuando las autoridades requisaron el auto de los tres presuntos bandidos, cayeron en cuenta sobre la razón de su osada maniobra por evadirlos.
Les encontraron fentanilo y cocaína, así como varias tarjetas de crédito con reportes de haber sido robadas.
Aunque no revelaron las cantidades exactas de droga que confiscaron, el alguacil sí dijo que era lo suficiente como para acusarlos de narcotráfico, lo que facílmente les podría acarrear condenas de hasta 50 años de prisión y un mínimo de 20.
A Ochoa, Cocuzza, y Giordano se les concedió la salida bajo fianza, pero eso sí, hasta que no paguen $1,635,000, $1,830,000, y $1,435,250, respectivamente, no podrán recuperar su libertad.
“Sabemos que estos tres individuos no podrán disfrutar de Thanksgiving en su hogar con su familia por mucho tiempo…”, manifestó el Sheriff.