La noche del pasado domingo fue terrible para las agencias de la ley y el orden en Texas, tras la pérdida de uno de la suyos.
El agente Jacob Candanoza perdió la vida tras efectuar una parada de tránsito en una carretera de la ciudad de Terrel.
Cuando el novato oficial paró el coche donde se conducía su verdugo, se lo reportó al despachador y pidió que otra patrulla lo reforzara.
Pero justo antes de que llegara su respaldo, el joven funcionario volvió a conectarse para decir “me están disparando”.
Esas fueron sus últimas palabras. Cuando por fin sus colegas llegaron a la escena, ya estaba sin vida.
Los paramédicos también acudieron a la escena, pero nada pudieron hacer por reanimarlo.
El presunto asesino fue apresado unos minutos más tarde
En el lugar de la tragedia no había ni siquiera rastros del individuo que le arrebató la vida a Jacob Candanoza.
Pero como las autoridades montaron un perímetro para tratar de hallarlo, su esfuerzo dio los frutos esperados.
El sospechoso fue capturado más tarde ese mismo día, luego de que estrellara su camioneta durante una breve persecución.
“Nuestras profundas condolencias a la familia del oficial Jacob durante estos momentos tan trágicos”, indicó el Departamento de Policía de Terrel por medio de una publicación en sus redes sociales.
Según la agencia, Jacob se unió a ellos apenas en julio de 2024 y asegura que le sobrevive su esposa y un pequeño niño.
“Él ha sido el primero de nuestros agentes que muere en el cumplimiento de su deber en más de 40 años”, agregaron.
El último en perder la vida fue en 1980, cuando el patrullero William Robert Stout, Jr. pereció en circunstancias parecidas.