Un hombre fue baleado ayer por la tarde tras enfrentarse a tiros con un par de agentes de la Oficina del Alguacil de Gwinnett.
El incidente se produjo en el estacionamiento de la prisión del condado que precisamente es administrada por el Sheriff local.
Al parecer, el individuo intentó ingresar al precinto, pero los oficiales se lo impidieron porque la alarma en la puerta de entrada no paraba de sonar.
Enojado, el tipo se regresó a su vehículo y todos creían que era para dejar ese objeto que le activaba las alarmas, pero no fue así.
Lo que hizo fue ir por su arma de fuego y una vez con pistola en mano, regresó a la cárcel y amenazó a los uniformados.
Estos de inmediato abrieron fuego en su contra y se armó un tiroteo. El presunto agresor resultó impactado por las balas.
Varias personas de origen hispano que estaban como visita o esperando información sobre un detenido, se quedaron atrapadas durante horas al interior de la prisión puesto que no dejaron entrar ni salir a nadie.
Fue transportado de emergencia a un centro médico
En conferencia de prensa que dio anoche el alguacil de Gwinnett, Keybo Taylor, se dieron algunos detalles del comportamiento del sospechoso.
Se dijo que estaba actuando ‘errático’ y que por eso los custodios decidieron confrontarlo y negarle el ingreso al precinto. Pero que incluso afuera, siguió actuando de manera ‘inusual y agresiva’.
Se dejó en claro que él fue quien disparó primero y que, por lo tanto, los agentes no tuvieron más remedio que defenderse.
Durante casi tres horas en la prisión no dejaron entrar vehículos de civiles y ni siquiera estuvieron recibiendo nuevos prisioneros.
La pesquisa en torno a este caso está a manos del Buró de Investigación de Georgia (GBI). “Aplaudo las acciones de mis agentes, así como su decisiva respuesta para que este suceso tuviera una solución rápida y efectiva”, aseveró Taylor.
Hasta el cierre de esta edición se desconocía la condición del sujeto que fue baleado, así como su identidad.
