Cada año son muchas las personas que mueren ahogadas en el Lake Lanier, que comprende parte de los condados de Gwinnett y Hall, en Georgia.
A pesar de ello, este sigue siendo uno de los principales centros turísticos y de recreación del área metropolitana de Atlanta.
Y anualmente son miles de visitantes los que reciben, una gran parte de ellos de nuestra comunidad hispana.
Se sabe que, aunque muchos de los que fallecen es por haberse metido al agua de manera irresponsable, sin chalecos salvavidas o bajo la influencia del alcohol, no siempre es así.
Otros sin saber se metieron a nadar en zonas peligrosas y desconocidas, pero también han perecido otros que eran experimentados nadadores y que estaban familiarizados con todo eso.
Ese es uno de los misterios que nadie ha logrado resolver a lo largo de estas décadas que el Lanier ha operado bajo el cuidado del Departamento de Recursos Naturales de Georgia (DNR).
Hoy surge un nuevo acertijo
Por si las extrañas muertes no fueran suficientes, las autoridades estatales acaban de descubrir que en el Lake Lanier está apareciendo algo novedoso y extraño.
Se está literalmente plagando de unos raros caracoles que antes solo se veían en países asiáticos como Japón y China.
Los investigadores del DNR aún no se atreven a especular cómo es que estos seres llegaron hasta el Lanier, en vista de que es un lago artificial y no natural, o sea que carece de conexiones externas.
Por lo general, esta “especie invasive” como han comenzado a llamarle, antes solo la veían en ciertas tiendas de alimentos o como “mascotas” en algunos acuarios alrededor de este país.
Como saben que estos caracoles no son nativos de Georgia, creen que pueden causar un severo daño al ecosistema y de paso, complicarles más las cosas.
Por ejemplo, temen que pueda afectar los botes y lanchas que a diario transitan a lo largo del Lanier, así como dificultar el hallazgo de cuerpos de toda esa gente que frecuentemente fallece ahí.
Esto sin mencionar los parásitos que podría acarrear a los bañistas que traguen agua mientras se divierten, por ejemplo. En fin, hay mucha preocupación al respecto.
Por eso piden a quienes lo vean, que traten de sacar la mayor cantidad posible y los lancen en los contenedores de basura, de modo de evitar que sigan proliferándose.