Juan Orlando Hernández Alvarado, exmandatario de la República de Honduras, fue condenado hoy a 45 años de cárcel, en la Corte del Distrito Sur de Manhattan, Nueva York.
Esto tras haber sido encontrado culpable de tres cargos graves relacionados con el narcotráfico.
En la corte se comprobó que el exmandatario centroamericano conspiró para importar cocaína a Estados Unidos; y que para ello se valió del uso de ametralladoras y otras armas de fuego.
“Por favor, levántese, señor Hernández. Te condeno a 45 años de prisión”, fueron las palabras del Juez Kevin Castel a Juan Orlando Hernández.
Previo a la lectura de su sentencia, Juan Orlando Hernández se dirigió al magistrado federal, a quien le pidió que protegiera la vida de su familia.
“Gracias a mi esposa e hijos. Por favor protégelos. Salve sus vidas… Esto es un linchamiento, pero luego se sabrá la verdad. Estados Unidos es responsable de lo que me pasa aquí. Hoy se condena a un inocente”, afirmó el exmandatario.
La exprimera dama salió en su defensa
“¡Te amamos y sabemos de tu inocencia y que arriesgaste tu vida y la de nosotros por luchar de frente contra el narcotráfico! ¡La verdad saldrá a la luz!”, publicó en cuenta de X la exprimera dama Ana García de Hernández.
En su página de Facebook también se quejó por lo que considera una vil injusticia contra su marido.
“Un Linchamiento, mostrarlo como un Trofeo. Eso hicieron con mi esposo Juan Orlando Hernández y eso podrían hacer con cualquier presidente de la región”, aseveró en un post que tituló en letras mayúscula: “UN LLAMADO A LOS PRESIDENTES DE LATINOAMERICA”.
“Con lo que le han hecho a Juan Orlando han sepultado la lucha contra las drogas en la región, hay una pérdida de confianza”, agregó.
Según ella, el mensaje que las autoridades mandaron es para que ningún otro alto funcionario quiera trabajar en contra del flagelo del narcotráfico.
“Si al principal socio en la región con resultados históricos — como altos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos lo dijeron—, lo trataron de esta injusta forma”, concluyó Ana García de Hernández.
Aunque fue a finales de 2014, aún recuerdo como que si fuera ayer que entrevisté al entonces presidente Hernández luego de una conferencia en Washington DC.
En esa oportunidad me dijo que su país estaba progresando más que nunca y que con eso esperaba que hubiera menos inmigrantes abandonando su patria. No fue así.
De hecho, después comenzaron las grandes caravanas y eso nunca paró. Luego le quitaron todos sus beneficios como diplomático y Estados Unidos lo fue a traer para procesarlo como todo un mafioso. Cosas de la vida…