Las autoridades del condado de Dekalb, en Georgia, dieron a conocer hoy el resultado de la autopsia sobre la muerte de una menor de edad latina.
El pasado mes de mayo les reportamos el fallecimiento de Mía Diéguez, de 15 años, quien se desvaneció en el pupitre de la escuela en la ciudad de Dunwoody donde estudiaba.
En ese momento el personal docente de dicha secundaria emitió un comunicado diciendo que la adolescente había tenido una “emergencia médica” y que por ello habían tenido que trasladarla a un hospital, donde fue declarada muerta.
Tras analizar su cuerpo, en la morgue se comprobó de que la chica había ingerido fentanilo y que fue eso lo que le hizo perder su vida.
Se supo que antes de su deceso, la menor había ingresado al baño del plantel educativo, luego volvió a su salón de clases, se sentó en el escritorio y al cabo de unos minutos puso su cabeza en él y finalmente se cayó al suelo.
Intoxicación por ese peligroso veneno
Los reportes forenses confirmaron las sospechas de la familia de la niña, quienes en su momento nos dijeron de que sabían le estaban dando drogas en su colegio.
Pamela Diéguez nos mencionó en su momento claramente de que se trataba de fentanilo, lo que ahora ya es oficial.
En el organismo de la víctima las pruebas de Delta-9 le encontraron restos de THC y naloxona, ingredientes claves en la fabricación de dichos fármacos.
Al día siguiente de la muerte de Mía, la policía arrestó a un muchacho bajo el cargo de homicidio no intencional.
Su identidad no ha sido revelada debido a que es menor de edad, pero se cree que fue él quien le proporcionó las peligrosas drogas a la chica fallecida.