La famosa canción de “una noche de copas y una noche loca” parece que no a todos les favorece.
Hoy les quiero exponer la historia de un muchacho hispano que, a sus apenas 24 años, ha manchado su expediente de una manera terrible.
La madrugada del pasado sábado, a Elvis Gutiérrez Bello se le ocurrió ponerse a conducir su vehículo a sabiendas de que había bebido más de la cuenta.
El joven salió de una fiesta y no escatimó el hecho de que se tomó más tragos de la cuenta. Se pudo a manejar por las calles de Georgia.
Para su mala suerte, o quizás buena (pudo haber causado un accidente trágico) un patrullero del condado de Hall lo vio en plena marcha.
De acuerdo con los reportes del uniformado, Elvis le sobrepasó a toda velocidad y manejando de manera errática cambiándose de carril constantemente y de manera inapropiada.
Cuando el agente le prendió las luces y sirena de su unidad para que se detuviera, el chofer hasta entonces desconocido aceleró la marcha en lugar de parar como manda la ley.
Varios oficiales del Sheriff de unieron a la persecución
Todo comenzó alrededor de las 2:30am en Browns Bridge Road, en Gainesville. Elvis no quiso pararse e intentó huir, pero fue en vano.
Al llegar a un semáforo en Pearl Nix Parkway el sospechoso hizo como que se pararía, pero cuando los agentes se bajaron de sus carros, volvió a escaparse y de manera aún “más agresiva”.
Al final, al cabo de unos minutos lo detuvieron cerca de Memorial Park Drive y tras esposarlo, se dieron cuenta por su fuerte olor a licor, de que estaba intoxicado.
Bello ahora está preso acusado de DUI, conducir de manera temeraria, fallar en mantenerse en su carril y tener bebidas alcohólicas abiertas en su vehículo.
De paso, su carro tenía el registro vencido y no contaba con una placa. Para colmo de males, su licencia estaba suspendida por otras faltas de tránsitos previas.
También de manejar demasiado rápido para las condiciones e intentar eludir a las autoridades cuando le ordenaron detenerse, entre otros.
Yace en la cárcel de la localidad de Hall donde le impusieron una fianza de 15,300 dólares. Y todo por no controlar su afición al licor. Muy mal de su parte…