Es triste saber que mientras que hay tantas personas buenas y honorables ansiosas por convertirse en papás o mamás, hay otras que desaprovechan ese privilegio.
Al parecer este es el caso de Andrés Ramírez y María Martín, una madre y un padre de origen latino que la semana pasada fueron arrestados en Georgia.
Las autoridades los acusaron de crueldad infantil, luego de que la mujer llevara al hospital al más pequeño de sus cuatro hijos.
El bebé de apenas ocho semanas de nacido fue ingresado de emergencia para que le trataran una simple “deshidratación”.
Sin embargo, al examinarlo, el personal médico determinó de que lo que tenía era un avanzado estado de desnutrición.
Y que, de paso, estaba cubierto de picaduras de insectos, deshidratado y tenía uñas largas con mugre en ellas.
De inmediato, llamaron a la policía y a los trabajadores sociales del Estado para reportarles lo sucedido.
Fueron a la casa del matrimonio
Los detectives llegaron al domicilio de Andrés y María localizado en la ciudad de Nashville, para indagar más a fondo sobre las posibles denuncias de negligencia.
A llegar a la casase dieron cuenta de que el infante de dos meses era solo una de las víctimas más de los malos cuidados de la pareja.
Descubrieron que había otros tres menores, con edades comprendidas entre los 2 y los 14 años. Uno de los menores les abrió la puerta a los uniformados.
Una vez adentro descubrieron que el lugar no estaba en condiciones óptimas para viviera niños. “La casa está en condiciones bastante deplorables” … Informaron las fuentes policiales a los medios locales de comunicación.
“Tenía conexiones para calefacción y aire acondicionado, pero nada de eso funcionaba. Había varias unidades de AC de ventana, pero solo una suministraba aire acondicionado a toda casa, por lo que la temperatura adentro se mantenía siempre por arriba de los 90 grados”.
“No había comida en el refrigerador, y este ni siquiera estaba funcionando como debería… Solo tenían jalapeños, uvas y huevos”.
En el ático de la residencia encontraron hasta murciélagos, y los niños confirmaron que estos animales se mantenían ahí y que volaban por toda la casa”.
Los chicos pasaron a manos del Estado
Como era de esperarse, cuando las autoridades locales vieron semejante escena, reportaron el caso a la División de Servicios para Niños y Familias (DFCS) que lo primero que hizo fue tomarlos bajo su custodia.
“He lidiado con algunos casos de crueldad infantil, pero ninguno de esta magnitud”, indicó el detective de policía de Nashville, Andrew Ghee al canal local de noticias WALB News.
“Nuestra reacción en conjunto fue la de convertirnos en defensores de esos niños”, agregó el funcionario.
Mientras tanto, sus padres aguardan prisión en la cárcel del condado de Berrien.