Mexicano prófugo de la justicia anda suelto como si nada

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Hace un par de años Nancy (nombre ficticio que usaremos para proteger la identidad de la víctima) le contó a su mamá un terrible secreto.

Que su padrastro la estaba abusando sexualmente desde que era bien pequeña. Le contó que le hacía cosas horribles y dolorosas en su propia casa en Long View, de Carolina del Norte.

Le dijo que primero, la ponía a ver pornografía tanto de relaciones heterosexuales, como homosexuales para que ella le hiciera a él lo mismo que se veía en tales videos.

Posteriormente procedía a manosearla y penetrarla, antes de obligarla a hacer más cosas que ella obviamente no quería y le causaban daño.

Luego le decía que le pidieran juntos a la ‘Santa Muerte’ para que los protegiera a ambos y le ponía dicha imagen.

Al final, alega que la amenazaba con que no le fuera a contar nada a su madre, que en esos momentos se encontraba afuera trabajando.

Supuestamente le decía que la iba a matar si se enteraba, porque él era un peligroso sicario de una mafia de México. La niña en ese entonces de unos ocho años estaba aterrada por todo eso.

Pero finalmente rompió el silencio

En 2021 cuando la pequeña víctima entró a la adolescencia y entendió que todas las aberraciones que le había hecho su padrastro no eran normales, decidió denunciarlo.

Le contó absolutamente todo a su madre, quien sin dudarlo un solo segundo, llamó a las autoridades locales, pero sin mostrarle al sujeto de que ya estaba enterada al respecto.

La policía acudió al hogar e interrogó tanto a la víctima como su presunto agresor. Tras considerar que había suficientes pruebas en su contra decidieron detenerlo en el acto.

En el celular del sospechoso encontraron múltiples imágenes sexuales incluso de él mismo teniendo sexo con otros hombres.

Por ello, le pidieron a su esposa y madre de la menor, que fuera a realizarle los análisis médicos respectivos para descartar alguna enfermedad contagiosa.

Pero lo liberaron bajo fianza

Unos meses después de estar tras las rejas, por alguna razón que ni siquiera los investigadores se explican, Aniceto Alexander Rojas Urrutia, de 31 años y nativo de Veracruz, México, fue liberado.

Un juez estatal le concedió la libertad tras el pago de una fianza de 30 mil dólares. Más tardaron en soltarlo, que como era de esperarse, el individuo se dio a la fuga, todo esto según el testimonio de la madre de la menor.

Al no presentarse a unas audiencias que tenía programada posteriormente, emitieron una nueva orden de arresto en su contra, pero ya era demasiado tarde.

Aniceto no estaba por ningún lado. Su exmujer y mamá de Nancy, cree que se encuentra en el estado vecino de Alabama.

Y no solo eso, se enteró que ya está con otra mujer y que también tiene hijos pequeños, tal como ella cuando se juntaron, por lo que teme que le vaya a hacer lo mismo a alguien más.

Entre lágrimas, la señora me contó esta mañana que debido a los abusos que ya fueron confirmados por los análisis médicos, su niña se ha tornado rebelde.

Ha caído en depresión e incluso ha comenzado a usar drogas, como medio de escape de toda la penuria que le tocó vivir a manos de su padrastro.

Es urgente que si llega a ver a este hombre no le advierta, sino que llame al 911 para que la policía de donde esté llegue a arrestarlo.

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