Un ciudadano mexicano está tras las rejas y en riesgo de ser deportado por presuntamente haber intentado abusar sexualmente de una mujer.
Según los reportes del Departamento de Policía de la localidad de Charlotte-Mecklenburg, Carolina del Norte, se trata de Eleno Cervantes, de 30 años.
De acuerdo con las autoridades el hispano se metió a propósito al baño de un negocio tras ver que una dama había ingresado antes.
Su idea era asaltarla sexualmente, indican las fuentes oficiales.
La víctima aseguró a la policía que el hombre a quien no conocía se metió al baño por la fuerza justo detrás de ella y que una vez adentro, intentó agredirla.
Tras llamar al 911, varios oficiales llegaron al lugar y aunque el individuo ya no estaba ahí, comenzaron a buscarlo en los alrededores.
Tras seguir una pista, rápidamente lograron no solo identificarlo, sino también detenerlo.
Fue arrestado bajo los siguientes cargos graves: intento de violación en segundo grado, agresión sexual y secuestro en primer grado. A Eleno le negaron el privilegio de salir libre bajo fianza.
Este extraño incidente ocurrió la mañana del pasado 29 de julio en Mr. Tire Auto Service, de la ciudad de Monroe.
Planean deportarlo a México
Tras el arresto de Eleno Cervantes, las autoridades federales informaron de que ya tenía antecedentes.
Y es que el 17 de agosto de 2022 la Patrulla Fronteriza en la zona de Nogales, Arizona, lo detuvo tras haber ingresado al país ilegalmente.
En esa ocasión le permitieron quedarse en el país mientras que su caso era revisado por un juez federal, pero resulta que Eleno no cumplió con las estipulaciones del proceso.
Hoy, por supuestamente haber cometido esta serie de delitos graves en contra de la fémina, se puso otra vez en el radar del sistema de justicia estadounidense.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) con sede en Atlanta, Georgia, informó que ya le puso a Cervantes una retención.
Con este ‘hold’ pretenden que una vez culmine su lío legal en Carolina del Norte, sea devuelto a la tierra que lo vio nacer, tras considerarlo una persona ‘no grata’ y de ‘alto riesgo’ para los estadounidenses.