Kevin Ponce ahora es testigo de primera mano de que en Estados Unidos perder el control le puede resultar carísimo a cualquier persona.
Y es que la tarde del pasado viernes él estaba arreglando el jardín de una casa en Texas cuando de repente comenzó a discutir con un par de sus amigos.
De las ofensas pasaron a los empujones, lo que hizo que el patrón interviniera y para calmar la situación, le pidió a Kevin que se fuera para su casa.
Eso lo terminó de molestar aún más al hispano, quien presuntamente tomó un martillo y empezó a amenazar a los demás.
Los obreros lograron calmarlo un poco y dejó de lado dicha herramienta, pero al cabo de unos minutos, agarró una sopladora.
Con esa máquina se puso a soplar la basura encima de sus ‘cuates’ por lo que estos no tuvieron más remedio que llamar al 911.
Al ver que lo estaban denunciando, Kevin se dio a la fuga a pie por los patios de las casas de los vecinos, para lo cual se tiró varias ‘fences’.
Resulta que era un fugitivo de la justicia
Pero para su mala suerte, la policía ya estaba cerca y al llegar y ser notificados sobre todas las acciones del latino, comenzaron a buscarlo.
Al cabo de un par de horas lograron encontrarlo escondido en una zona boscosa con la ayuda de los perros de la unidad canina y de drones.
Fue arrestado sin incidentes y cuando los oficiales lo trataron de identificar, este se negó a dar sus datos personales.
Luego descubrieron por qué… Y es que tenía una orden vigente de arresto emitida por la localidad de Dallas, por lo tanto, era considerado un prófugo de la justicia.
Ahora enfrenta cargos más serios, además del de haber intentado atacar con un arma letal a sus compañeros de trabajo.
En la corte le impusieron una fianza de 61,500 dólares, pero a pesar de ello, no pudo recuperar su libertad.
Y es que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) le puso una retención para expulsarlo del país, puesto que es un indocumentado.
