Ayer se dio a conocer una lamentable noticia que ha dejado de duelo no solo a la familia hispana afectada, sino que también a toda nuestra comunidad.
Y es que dos adolescentes de origen guatemaltecos quienes residían en la localidad de Columbus, al sur Georgia, perdieron la vida de manera trágica.
Los muchachos quienes eran primos se metieron a nadar a un río del condado de Lee con la idea de refrescarse un poco ante los terribles calores que han azotado nuestro estado los últimos días.
Ninguno de ellos sabía que la muerte los estaba esperando en esas frescas aguas de Moffitts Mill.
Todo indica que Dainer Ramírez López, de 18 años, tuvo algún tipo de accidente y se deslizó, lo que lo hizo perder el control.
Ayer mismo conversé con la señora Edna López, quien es tía de las víctimas y me comentaba que las madres de ellos están desconsoladas y no es para menos con semejante dura noticia.
Edna me dio de cortesía varias imágenes de los muchachos, en las cuales se refleja lo joviales y llenos de vida que eran. Lamentable suceso.
El más jóven trató de ayudarle
Al ver que se estaba ahogando, su pariente Jerry Ignacio Ramírez, se le acercó para tartar de auxiliarlo.
Desgraciadamente, al final ambos sucumbieron y fueron arrastrados por la corriente.
Dainer fue sacado sin vida por los rescatistas, mientras que Jerry aún presentaba signos vitales, por lo cual tras recibir primeros auxilios fue llevado de alta a un centro médico.
Desgraciadamente, al llegar al nosocomio fue declarado muerto también.
La Oficina del Alguacil del condado de Lee está investigando los detalles en torno a esta tragedia, pero hasta ahora, todo indica que se trató de un accidente letal.
Pobres muchachos. Nos toca llevar en nuestras oraciones a la familia doliente por tan irreparable pérdida.
De paso, no está de más recordarle a nuestra gente de que por más tranquila y apacible que se vean las aguas en un centro turístico o recreativo, es mejor no confiarse porque nunca se saben los peligros que puede haber adentro.
Además, lo ideal es nunca ir solo a un lugar ni dejar los niños desatendidos jamás, porque basta un solo segundo para que ocurra una desgracia como esta.
