El primero de los Ibarra se declara culpable de violar la ley

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Uno de los dos hermanos del presunto asesino de Laken Riley, la joven estudiante de enfermería de Athens, Georgia, acaba de confesarlo todo.

Diego Ibarra se declaró culpable de haber tratado de engañar a las autoridades al darles una ‘Green Card’ o tarjeta de residencia fraudulenta.

Según los expedientes del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ), gracias a su colaboración con la justicia, ahora Diego, de 28 años, enfrentaría una condena de hasta una década tras las rejas.

El juez a cargo del caso dictará la sentencia el próximo 7 de octubre y además del tiempo en prisión que dictamine el magistrado, deberá cumplir con otras obligaciones.

Por ejemplo, la Fiscalía ha recomendado que le den al menos tres años más de libertad condicional y que pague una multa de 250 mil dólares por cada uno de los dos cargos que se le imputan.

Lo identificaron por una gorra

Diego, de origen venezolano, es el hermano mayor de José Ibarra, principal y único sospechoso de haber asesinado a golpes a la chica universitaria.

A él la policía lo arrestó el 23 de febrero, el mismo día que José, en su apartamento en el que ambos residían en Athens.

Cuando lo pararon en la calle para interrogarlo porque llevaba puesta una cachucha exacta a la del sujeto que se le vio saliendo del área boscosa donde el día anterior dejaron abandonado el cuerpo de Laken, este les dio la ‘tarjeta verde’ falsa a los agentes.

Cuando revisaron sus antecedentes, vieron que en el poco tiempo que llevanba en el país tras haber cruzado ilegalmente la frontera sur, el venezolano ya había sido arrestado en múltiples ocasiones.

Había estado preso por hurto en tiendas, manejar borracho, entre otros delitos, de los cuales salió bien librado de todos.

Se cree que era un peligroso pandillero

Si crees que ya lo leíste todo sobre esta pareja de hermanos suramericanos te cuento que aún falta más.

A Diego las autoridades federales lo vinculan El Tren de Aragua, una tenebrosa mafia que nació en Venezuela y que ya se ha extendido por todo el continente.

Además, con esa tarjeta de residencia falsa, Diego había conseguido trabajo lavando platos en un restaurante cercano a la universidad.

A pesar de que contaba con documentos legales de este país, lo hizo así para no pagar los respectivos impuestos por lo que ganaría.

Además, hay un tercer hermano de este par de píos, quien se llama Argenis, y tiene 24 años.

Él está bajo custodia de Inmigración en la cárcel de Stewart esperando a ser deportado, pero Venezuela se niega a recibirlo.

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