Por Rafael García/Colaborador de MGNews
El narcovideo apareció una semana después de que la presidenta Castro ordenó poner fin a un tratado de extradición con Estados Unidos, que fue utilizado para llevar a su predecesor conservador a juicio en Nueva York, donde fue condenado por cargos relacionados con el tráfico de cocaína a gran escala.
En una carta a Castro publicada en las redes sociales, Gabriela Castellanos, directora del Consejo Nacional Anticorrupción, argumentó que la presidenta debería renunciar debido a “las graves acusaciones de narcotráfico presentadas contra (su) círculo familiar”.
Los videos que muestran a Carlos Zelaya, hermano del esposo de Castro, el ex presidente Manuel Zelaya, reunido en 2013 con los líderes de la banda de narcotraficantes Los Cachiros, fueron publicados el martes por Insight Crime y la cadena estadounidense en español Univision.
En el video, los narcotraficantes ofrecen dinero para la campaña de Castro, apenas días antes de que ella perdiera una candidatura presidencial anterior.
La semana pasada, Carlos Zelaya dijo a los periodistas que se reunió con narcotraficantes para discutir una contribución de campaña, pero negó saber que eran narcotraficantes en ese momento ni recibir dinero, en declaraciones recientes Carlos Zelaya dijo que según él, las personas con las que se reunió eran empresarios.
Por su parte, la presidenta Castro ordenó el retiro de un tratado de extradición con Estados Unidos el 29 de agosto, enojada por las críticas de la embajadora estadounidense sobre una reunión entre funcionarios de defensa hondureños y el ministro de defensa de Venezuela, quien enfrenta cargos de narcotráfico en Estados Unidos.
Elegida hace tres años con la promesa de acabar con el narcotráfico y la corrupción, acusó con frecuencia a su predecesor, Juan Orlando Hernández, de liderar una “narcodictadura”.
El hermano de Hernández, también ex-legislador, fue arrestado en Estados Unidos en 2018 y condenado por tráfico de drogas al año siguiente.
Durante más de un siglo, Estados Unidos ha desempeñado un papel importante en la política hondureña, con bases militares allí desde la Guerra Fría y respaldando a Hernández incluso después de las denuncias de fraude en su reelección de 2017.
“Caí en una trampa, asumo la responsabilidad de mis acciones”, dijo Zelaya a la prensa. Zelaya y su hijo, el ex ministro de Defensa, renunciaron a sus cargos como resultado.
El video de Zelaya provocó la ira y la frustración de muchos hondureños, que cuando eligieron a Castro en 2021 albergaban la esperanza de que ella fuera una presidenta diferente a los líderes corruptos que han gobernado durante mucho tiempo la nación centroamericana.
Pero su popularidad se ha desvanecido lentamente en los últimos años a medida que la violencia de las pandillas aumenta, la economía y el alto desempleo siguen plagando a los hondureños y muchos sienten que no han visto el cambio que se les prometió.
Fuerzas Oscuras
Después de que se transmitiera el video de la reunión de Zelaya con el grupo narcotraficante, Castro afirmó en declaraciones por radio y televisión que “fuerzas oscuras” en Honduras y en el extranjero estaban trabajando para llevar a cabo un golpe de Estado en su contra.
“El plan para destruir mi gobierno socialista y democrático y las próximas elecciones está en marcha”, dijo. Ofreció pocos detalles más en sus acusaciones.
Por su parte, el analista y ex candidato presidencial Olban Valladares calificó de “absurdas” las afirmaciones de Castro sobre un complot para derrocarla y agregó que Castro “insiste en utilizar una retórica que ya está desgastada”.