¿Cuántas veces más deportarán a este salvadoreño?

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Raúl Orlando Ramos Guido es un sujeto literalmente “indeseable” para Estados Unidos, pero tal parece que es algo que él no entiende o simplemente, no le importa.

Y es que este salvadoreño de 38 años y residente del estado de Maryland ha sido deportado ya dos veces del país y cuando las autoridades menos sienten, está de regreso acá.

Lo han removido no por buena gente obviamente, sino que, todo lo contrario, por ser un verdadero delincuente.

Las autoridades estadounidenses alegan que es un miembro de la Mara Salvatrucha (MS13) una pandilla ahora transnacional, considerada entre las más peligrosas del continente.

Primero lo echaron del país en 2014 luego de que cometiera una serie de delitos graves, y apenas un par de años después lo volvieron a atrapar aquí cometiendo más fechorías.

En 2018 lo deportaron a El Salvador nuevamente y creían que ya estaba resuelto el problema, hasta que hace unos días, cuando detectaron que estaba otra vez de regreso. El pasado 1 de julio lo cacharon robándose un carro en Virginia.

Toda una vida quebrantando las leyes de EE. UU.

La primera vez que Raúl cayó preso fue el 15 de diciembre de 2006 por conducta desordenada. Por tales delitos, fue sentenciado a dos años de libertad condicional.

Luego en noviembre de 2007 fue detenido de nuevo por defraudar a una persona y en 2009, otra vez bajo el cargo de robo.

Por ser reincidente, y un pandillero de la MS13 confeso, le cayeron cinco años de arresto en una cárcel estatal y entonces pasó al radar de Inmigración.

En 2014 iniciaron un proceso de deportación en su contra. Al cabo de unos meses un juez federal ordenó su salida forzosa, por lo que fue a parar a El Salvador.

“Raúl Orlando Ramos Guido desarrolló el hábito de violar las leyes de este país”, declaró Matthew Elliston, director de deportaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

Ahora mismo el salvadoreño está tras las rejas esperando su tercera expulsión a la tierra que lo vio nacer.

“Ramos representa una amenaza significativa para los residentes de Maryland. No Podemos permitir que siga atentando con nuestra comunidad”, concluyó el funcionario.

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