Las autoridades del condado de Bibb, al sur del estado de Georgia, reportaron ayer el arresto de un muchacho latino.
Resulta que el jovencito iba por la calle a bordo de un vehículo y no llevaba puesto su cinturón de seguridad, lo cual es una violación al reglamento de tránsito.
Para su mala suerte, un patrullero de la Oficina del Alguacil de dicha localidad lo vio y de inmediato se le puso detrás.
El uniformado le prendió las luces y sirena de su unidad para indicarle que se debía detener la marcha.
El agente solo pretendía darle una advertencia y recalcarle la importancia de utilizar ese requerimiento para resguardar así su propia vida.
Sin embargo, las cosas no salieron como el oficial lo planeaba. Y es que el chofer tenía otros planes completamente diferentes.
Se dio a la fuga en su camioneta
El automovilista tomó la peor decisión de su vida. Aceleró su coche a toda prisa con la idea de perder al representante de la ley y el orden.
Sin embargo, un par de minutos después se dio cuenta de que no lograría su cometido y entró a un complejo de apartamentos.
Ahí se estacionó en el primer lugar que se le ocurrió e intentó escaparse corriendo. Pero el agente estaba cerca y de inmediato se inició una persecución a pie.
El uniformado fue más veloz y eficiente que el sospechoso y le dio alcance, poniéndolo bajo arresto.
Tras revisarlo, se dio cuenta de que portaba una pistola, y que esta tenía el número de serie alterado.
El Sheriff de Bibb informó en su página de Facebook que el imputado fue recluido a la cárcel para enfrentar múltiples cargos graves.
