A pesar de su corta edad (apenas 20 años) Charles Rosa tiene todo un largo prontuario criminal.
El sábado pasado fue arrestado en la ciudad de Haines, Florida, por haberle estrellado una botella de cerveza a otra persona afuera de su casa.
Cuando agredió a la víctima, esta cayó al suelo y uno de sus amigos que presenció el ataque intervino para evitar que le siguiera dando.
Rosa sin dudarlo quiso enfrentársele y agredirlo también, pero ya otros testigos estaban llamando al 911.
Al saber de qué era cuestión de tiempo para que las autoridades llegaran, decidió darse a la fuga y se fue del vecindario a pie.
Unos minutos más tarde, el lugar estaba lleno de policías. Uno de esos patrulleros vio en la calle a un muchacho latino cuya descripción coincidía con la que brindaron las fuentes.
“El oficial reconoció a Rosa de inmediato por su tatuaje en el cuello y el corte de cabello tan peculiar”, indicaron las fuentes policiales a MGNews.
Se les echó a correr para evitar ser aprehendido
Al verse descubierto, Rosa pegó una tremenda carrera con tal de que no lo fueran a agarrar. Esto a pesar de los continuos gritos del uniformado ordenándole detenerse.
Pero como era de esperarse, un instante después el agente logró alcanzarlo y ponerlo bajo arresto.
Cuando ya estaba detenido se dieron cuenta de que era toda una ‘joyita’ el jovencito.
Y es que supieron que tenía no una ni dos, sino que órdenes activas de arresto emitida por la Oficina del Alguacil del condado de Polk.
Ya el Sheriff lo estaba buscando para que respondiera por múltiples acusaciones previas, entre ellas agresión y evasión a la justicia.
“A juzgar por la nueva foto que le tomamos en la cárcel, él luce muy triste por su captura”, indicaron de manera sarcástica las autoridades en su página de Facebook.
Rosa también encara cargos por robo de un vehículo motorizado, invasión a una Vivienda con intenciones de robar.
Pero eso no es todo, también le gusta manejar intoxicado, por lo cual su licencia de conducir ya le ha sido suspendida y para colmo de males, tampoco se presenta a sus citatorios en la corte.
Al muchacho le encanta además andar armado, a pesar de que legalmente ya no está autorizado para ello. Por lo visto, se le viene encima una tremenda batalla legal.