Por haber dedicado una buena parte de su juventud a la venta de drogas, un jovencito hispano deberá permanecer más de una década tras las rejas.
La semana pasada Axel Rodríguez, alias ‘Flash’, de 23 años, fue sentenciado a 12 años de confinamiento por todo lo malo que hizo con su red social Instagram.
Y es que en abril pasado no tuvo más remedio que declararse culpable de todas las acusaciones que las autoridades federales tenían en su contra.
Lograron probarle de que se dedicó a la venta de fentanilo hispano en la ciudad de Raleigh, Carolina del Norte y sus alrededores.
Para ello, usaba su cuenta de Instagram. Ahí abiertamente publicaba sus productos ilegales y precios. Eran muchos adolescentes y niños los que le compraban.
Exponía fotos de las pastillas de Oxycontin, Percocet y Xanax que vendía, así como de las armas con las que contaba.
Era tan osado, que hasta se atrevía a publicar que podía vender “paquetes K”, que es la jerga callejera para referirse a 1,000 pastillas de fentanilo.
Y por si eso fuera poco, también utilizó la misma red social para tratar de intimidar a testigos del gobierno, dijeron las fuentes policiales.
Por ello, en marzo de 2023, Rodríguez se puso en el radar del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y del Departamento de Policía de Raleigh (RPD).
Les vendió los fármacos a los mismos investigadores
De acuerdo con las fuentes policiales entre marzo y mayo de 2023, ‘Flash’ les entregó la droga a varios agentes encubiertos.
Se trataba de decenas de pastillas azules marcadas como ‘M-30’, las cuales, al ser sometidas a pruebas, dieron positivo como fentanilo.
Y durante dichas transacciones el imputado hasta se dio el lujo de exhibir su arsenal a modo de ganarse el respeto de quienes creía eran sus clientes.
“Los traficantes de drogas están promocionando sus productos mortales a través de las redes sociales. Ya saben que no necesitan estar en las esquinas cuando pueden llegar a los niños a través de sus teléfonos inteligentes”.
“Y así, están provocando adicción y muertes por sobredosis. Es hora de correr la voz y advertir a los niños de los riesgos”, dijo el fiscal federal Michael Easley.