Un hombre de ascendencia hispana y que al parecer es miembro del Ejército estadounidense está metido en el lío de su vida.
Marcos Antonio Morales quien alega estar destacado en la base militar de Fort Benning, al sur de Atlanta, Georgia está preso acusado de secuestro y violación.
Según los reportes de las autoridades de Arkansas el sujeto llegó a una tienda Walmart, donde vio a una muchacha que le atrajo demasiado.
Esa atracción sobrepasó los límites, pues lo hizo cometer la salvajada de llevársela por la fuerza.
Tras identificar la camioneta en que ella andaba, lo abrió y se metió en la parte de atrás, donde se escondió hasta esperar que ella saliera con los comprados.
De repente, la chica volvió y se montó a la unidad. Apenas estaba poniéndose el cinturón, cuando Marco saltó con pistola en mano hacia el asiento del copiloto.
Se la llevó hacia un área desolada
Ella creía que se trataba de un asalto o algo así y por miedo a que le fuera hacer algo con el arma, guardó silencio y acató cada una de las indicaciones que el tipo le dio.
Le indicó que manejara hacia cierta área, y al llegar, se fueron a la parte trasera de un edificio donde hay mucha vegetación.
Ahí la hizo detener la marcha y de inmediato le quitó su celular y lo lanzó hacia afuera, pero le dijo que una vez él se marchara, podía bajarse para recuperarlo.
Inmediatamente empezó a desvestirla y con su blusa la hizo que se amarrara los ojos para que no viera nada.
Entonces acostó los asientos y consumó la violación. Al cabo de varios minutos abandonó la escena a pie.
La joven aterrada se bajó a buscar su teléfono y tras encontrarlo, llamó a su novio, quien llegó al sitio un instante después y juntos llamaron al 911.
Tiene que pagar 500 mil dólares
Tras recibir la denuncia las autoridades fueron a revisar las cámaras de vigilancia comenzando desde Walmart y toda la ruta que la muchacha condujo con el desconocido abordo.
La policía logró verlo cómo se subió y escondió adentro de la camioneta de la víctima, lo cual fue suficiente prueba de lo que ella dijo.
Lo vieron que llegó a ese Walmart en un carro azul Ford Mustang, y tras revisar las placas supieron de quién se trataba.
Emitieron una orden de arresto en su contra y fueron tras él. Lo encontraron unas horas después cenando en un restaurante como que si nada hubiera pasado.
Tras indagar descubrieron que además de ser un soldado, también era mecánico y vendedor de autos. No se explican en qué momento se tornó un peligroso violador.
El juez estatal a cargo del caso le impuso una fianza de medio millón de dólares, los cuales tendrá que pagar solo en efectivo y no por medio de préstamos, si es que quiere salir de prisión y aguardar afuera su juicio.
Una mentira tras otra
Marcos está preso en la cárcel del condado de Benton y la víctima se recupera de las heridas físicas que sufrió varias laceraciones y heridas que sufrió mientras era abusada.
Cuando lo arrestaron le confiscaron al sospechoso una pistola negra calibre 9 milímetros que mira telescópica, tal como la describió la denunciante.
Tras ser interrogado, Morales inicialmente dijo que él no había ido a Walmart, pero luego, cuando supo que tenían su auto, confirmó que sí había llegado a comprarle por ahí marihuana a uno de sus proveedores.
En contra de su voluntad le hicieron las pruebas de ADN para así poder descartar o probar que ultrajó a la víctima.
Se desconocen los resultados de tales análisis, pero la Fiscalía ha dicho que tiene un caso muy sólido en su contra. Su próxima audiencia en los tribunales será el 6 de enero. La que le espera…