Hace un par de semanas les expusimos la historia de un conductor mexicano que a bordo de su camioneta de trabajo arrolló a propósito dos patrullas policiales.
El hispano aún está preso acusado de múltiples cargos graves, puesto que la policía cuenta con suficientes evidencias en su contra.
Se le acusa de asalto agravado en perjuicio de una pareja de representantes de ley y el orden, conducir intoxicado y de manera peligrosa, entre otros cargos de tránsito.
La persecución en la que fue detenido este sujeto quedó grabada por las cámaras de los oficiales involucrados.
La policía de la ciudad de Lilburn asegura que el incidente de Salvador inició cuando fueron alertados por una conductora de que había un carro sospechoso siguiéndola por varias calles.
Cuando las patrullas le dieron alcance, le prendieron las luces para cuestionarlo sobre su acción, pero Salvador se dio a la fuga tratando de dejarlos atrás.
Fue precisamente cuando los uniformados intentaron detenerlo que les golpeó sus unidades. Uno de los agentes resultó con heridas menores cuando las bolsas de aire le explotaron.
Cuando publicamos el video y la historia de Salvador nadie entendía por qué había hecho tal cosa, pues parecía fuera de sí por completo.
Pero MGNews acaba de hablar con varios de sus allegados y ahora tenemos una idea más clara de lo que pudo haber ocurrido ese día.
Al parecer el despecho lo llevó a eso
Según familiares de Salvador, este iba siguiendo a su exmujer y madre de sus niños y todo porque ella no lo dejaba verlos.
“Desde que se separaron le empezó a exigir cada vez más y más dinero y como él ya no podía, se los comenzó a ocultar, lo cual ya lo había desesperado”, me dijo una de las fuentes quien pidió el anonimato.
MGNews también conversó con la expareja de Salvador, quien negó por completo tales acusaciones.
“En primer lugar ese día yo ni salí de mi casa. Creo que él se confundió de carro, porque como siempre me ha andado acosando y vigilando tuve que mudarme sin decirle mi nueva dirección”, me dijo la mujer.
“Lo dejé porque es un adicto a las drogas y se había vuelto muy agresivo. Hasta se la pasaba viendo videos de persecuciones policiales y creo que era una de sus fantasías”, agregó.
Actualmente el mexicano está preso en la cárcel del condado de Gwinnett sin derecho a salir libre bajo fianza.
De resultar culpable de los cargos que se le imputan, Torres podría enfrentar una condena de hasta dos décadas tras las rejas y todo por no saber controlarse ni manejar sus relaciones sentimentales. Lamentable.