Patrick Haggard, juez de la Corte Superior del Condado Athens-Clarke, declaró la mañana de este miércoles culpable a José Antonio Ibarra.
Y la tarde de este mismo día, el inmigrante venezolano de 26 años fue sentenciado a purgar cadena perpetua por haber matado sin ningún tipo de piedad a una joven universitaria estadounidense.
Aunque Ibarra siempre mantuvo que era inocente, legalmente terminó siendo el asesino de la estudiante de enfermería de la Universidad de Georgia en Athens, Laken Riley.
El juicio en contra del suramericano se efectuó sin jurado, puesto que la defensa del asesino solicitó que su cliente deseaba que solo el magistrado estuviera a cargo de tomar la decisión en el caso.
Durante esa audiencia de cuatro días, ambas partes presentaron sus argumentos a favor y en contra del acusado. El tribunal decidió que Ibarra es un asesino, secuestrador y agresor sexual.
Además de eso, se le encontró culpable también de otros cargos menores, como evitar que una víctima realizara una llamada de emergencia, manipulación de pruebas y de andar de mirón.
Se comprobó que antes de cometer el crimen de la chica, había andado espiando a otras mujeres de vecindarios cercanos y del mismo plantel educativo.